Los aires acondicionados con bomba de calor son una alternativa interesante para elevar la temperatura del aire en el hogar. ¿Son más económicos que los radiadores de caldera? Esto dicen los expertos.

Cuando hace frío, se pone la calefacción; los radiadores se calientan y la casa se caldea. Es la práctica habitual en la mayoría de hogares. ¿Pero existe algún medio más barato de elevar la temperatura de la vivienda? La duda cobra especial trascendencia en invierno, época del año en que aumenta el gasto en calefacción. Dado que muchas familias disponen de sistemas de aire acondicionado que proporcionan aire caliente, de cara a ahorrar en la factura, ¿es mejor recurrir a los radiadores o al aire acondicionado?

La principal diferencia entre la calefacción a través de radiadores y el uso del aire acondicionado en modo calor radica en la manera en que uno y otro se alimentan. En los primeros, la caldera, ya sea eléctrica de gas, calienta agua que luego circula por las tuberías y llega en ese estado a los radiadores.

Por el contrario, los sistemas de aire acondicionado o bombas de calor aire-aire -que están diseñadas para aportar refrigeración en verano y calefacción en invierno- utilizan un fluido especial refrigerante y un compresor, que consume energía eléctrica, para producir un intercambio de calor al aire ambiente de la estancia.

CÓMO FUNCIONA EL AIRE ACONDICIONADO EN MODO CALOR
Desde OCU lo explican con este ejemplo: cuando dos cuerpos a temperaturas distintas se ponen en contacto, el más caliente cede calor al más frío hasta que sus temperaturas se igualan. Es lo que sucede cuando se introducen unos cubitos de hielo en una bebida. Las bombas de calor son capaces de invertir el proceso, de forma que el fluido más frío cede calor al más caliente; así, extraen calor del ambiente y lo ceden al exterior. Por tanto, las bombas de calor aprovechan la energía que hay en el ambiente para climatizar los espacios.

Estos sistemas son, además, muy eficientes, ya que producen más energía que la que consumen: por cada kW de potencia eléctrica que utilizan obtienen alrededor de 4 kW térmicos (una eficiencia del 400%). Según un artículo publicado en Envorenmental Research «un acondicionador de aire central es aproximadamente cuatro veces más eficiente energéticamente que una caldera estándar».

Se consideran un método sostenible, pues reduce las emisiones de CO2; al no utilizar la caldera no se produce combustión (ni humos ni residuos), no requieren apenas mantenimiento y aportan un elevado grado de confort.

Sin embargo, hasta ahora las familias que cuentan con aire acondicionado con bomba de calor suelen usarlo para refrescar la casa en verano, y no es tan habitual que lo empleen cuando de lo que se trata es de calentarse en invierno.

Las bombas de calor, teniendo en cuenta también la aerotermia (bomba de calor aire-agua), están consideradas dentro de los sistemas de menor consumo para poder calentar y refrescar el hogar. Además, en el caso del aire acondicionado deshumidifica el ambiente, lo que puede representar una ventaja en zonas costeras para tener un calor o frío más confortable.

LA MEJOR OPCIÓN PARA AHORRAR
En noviembre de 2022, OCU calculó el coste de los diferentes sistemas de calefacción para una vivienda de 90 metros cuadrados en una zona climática D (Madrid, Aragón, y gran parte de Castilla y León). Este estudio concluyó que en ese momento según el precio de la energía el funcionamiento con los radiadores eléctricos conlleva un coste medio de 1.255 euros al año. La caldera de gas, 683 euros. En cambio, el gasto de los aparatos que funcionan con bomba de calor ronda los 455 euros al año.

TEMPERATURA DEL AIRE ACONDICIONADO EN INVIERNO
Para que el ahorro se note de verdad, conviene tener en cuenta algunas consideraciones. La temperatura ideal del aire acondicionado en invierno sería de 21 grados. Cuanto más trabaja la unidad, más dinero cuesta, por lo que ajustarlo a la temperatura idónea, no más alta, puede maximizar la eficiencia energética y ahorrar dinero. Además, temperaturas superiores a los 23 grados resecan el aire de la estancia y provocan incomodidad.

En invierno se aconseja dirigir la salida de aire hacia abajo, al contrario que en verano, pues el aire caliente tiende a describir un movimiento ascendente. En los aparatos que lo permitan, programarlos para que se enciendan un poco antes de llegar a casa es una buena idea, pues de ese modo al llegar ya estará caldeada y no será necesario encenderlos a una temperatura demasiado alta para contrarrestar el frío del exterior.

Fuente y foto: Iberdrola.